¡Felicidades futura mamá!
Es un momento muy emocionante, pero sabemos que muchas mamás tienen dudas sobre cómo serán los primeros meses del embarazo. ¿Cuáles son los síntomas? ¿Por qué quiero comer chorizo con chocolate? Aquí te damos algunos consejos para ayudarte.
Las náuseas matinales no siempre ocurren por la mañana
Lo que más se oye sobre los primeros síntomas del embarazo son las náuseas y las náuseas matinales. Sin embargo, a pesar de ser lo más común, no todo el mundo tendrá náuseas ni tiene porqué ser por la mañana. La televisión y el cine a menudo hacen hincapié en las náuseas matinales cuando el personaje está embarazada. No te preocupes si no tienes náuseas matutinas o incluso si las tienes, cada mujer las tiene de forma diferente, incluso varían en cada embarazo de la misma mujer . Intenta controlarlas, y si realmente crees que algo no está del todo bien… contacta con tu médico, puede recetarte algún medicamento que no haga daño al bebé.
Aversiones y antojos con la comida
Ciertos alimentos que te gustan pueden volverse insoportables de comer. También puedes empezar a buscar alimentos que antes no te gustaban tanto. ¡Va en ambos sentidos! Esto sucede debido a los cambios hormonales en tu cuerpo. Lo importante es que te asegures de que estás siguiendo una dieta equilibrada. Si sientes que te estás perdiendo algo importante en tu dieta y la de tu bebé, considera la posibilidad de hablar con un nutricionista para encontrar formas alternativas de conseguir lo que necesitas.
Acidez de estómago
La mayoría de las mujeres embarazadas sufrirán de acidez. Esto se debe a que la progesterona, la hormona que relaja los músculos en el embarazo, también relaja la válvula del estómago que mantiene el ácido fuera del esófago. Además, el útero en crecimiento abarrota el estómago, forzando el ácido hacia el esófago. Puede ayudar comer raciones más pequeñas y más lentamente evitar comer directamente antes de acostarse, estar de pie o sentado después de una comida y conocer los factores desencadenantes.
¿La cafeína lo desencadena? ¿Los cítricos? ¿El chocolate? Intenta conocer tu cuerpo y evita los alimentos y las bebidas que te provocan un aumento de los síntomas de la acidez . Si utilizas medicamentos para la acidez, comprueba que están indicados para embarazadas- También puedes utilizar remedios caseros y naturales como la infusión de jengibre.
Pechos sensibles
Esto puede ser una molestia inevitable, y puede variar desde ligeramente sensible hasta doloroso. Una vez más esto ocurre debido a los cambios hormonales y al aumento del flujo sanguíneo en los pechos. Es probable que se agranden a medida que las glándulas lácteas se multipliquen y la capa de grasa en ellas se espese. Aunque puede ser incómodo, ¡muchas mujeres pueden ver lo positivo en tener pechos más grandes! El cambio puede ocurrir rápidamente, o gradualmente a lo largo del embarazo. Para ayudar a aliviar este síntoma, compra sujetadores de lactancia, suelen ser muy cómodos y se pueden regular. Así también te servirán para cuando des a luz a tu bebé.
Hinchazón
La temida sensación de hinchazón, como si acabaras de comer una comida de varios platos, esto es común en las primeras etapas. Una vez más, la hormona de tu viejo amigo es la culpable. La progesterona relaja el músculo liso de tu sistema digestivo. A medida que el embarazo avanza, todo empieza a atestarse y el bebé empieza a empujar tus intestinos, lo que ralentiza la digestión de los alimentos, dejándote con esa sensación de hinchazón.
Cuidado con internet
Cada mujer tiene un embarazo diferente. Debes recordar que cuando leas consejos, entres en grupos de facebook, leas en foros,….. aunque tengas síntomas similares, puedes tener una causa diferente. No dejes que las experiencias de otras mujeres te asusten. Si sientes que tienes algún problema importante no lo dejes pasar y acude directamente a tu médico o matrona.
A pesar de esto, internet pueden ser una forma maravillosa de obtener apoyo de mujeres como tú. Está bien aceptar consejos, pero con precaución.
Tu cuerpo está hecho para eso
El embarazo es asombroso, cualquiera que sea tu experiencia personal, pero en el fondo, ¡en tu cuerpo está creciendo un pequeño humano! Te crece un nuevo órgano (la placenta), tu cabello puede volverse más grueso, te vuelves más elástica, produces más sangre, y muchos, muchos más cambios. Es importante tener en cuenta que debes confiar en que tu cuerpo está diseñado para hacerlo, es asombroso. Tu trabajo es ser tu propio entrenador personal y guiarlo en la mejor dirección. Así que comer bien, hacer ejercicio, investigar, dormir bien y confiar en ti misma es vital.
Cuándo preocuparse por las contracciones
Las contracciones leves en el estómago son una parte normal de los primeros meses de embarazo, ya que el cuerpo se está preparando. Es como si tu cuerpo estuviera poniendo los cimientos de la casa de tu bebé.
Es muy importante tener informada a tu matrona de las contracciones, sobre todo si van a más. Esto es sólo para que puedan comprobar si hay problemas subyacentes como infecciones o estreñimiento. Manchar y sangrar con los contracciones suele ser muy normal, pero puede ser un signo de algo más serio. Debes controlar estos síntomas. Tu matrona puede examinarte y tranquilizarte. Para calmar las primeras contracciones en la barriga, un baño relajante, ejercicio suave, dosis recomendadas de paracetamol y acurrucarse en el sofá con una bolsa de agua caliente puede ayudar!
Sigue moviéndote
Mantener tu rutina física normal está bien, hasta que te sientas cómoda. Es increíblemente beneficioso para tu salud y la de los bebés seguir moviéndose. Si no te movías mucho antes de estar embarazada, ahora es el momento de empezar. La inactividad puede provocar un aumento de peso indeseado, una mayor presión arterial, dolores y molestias, y riesgos más graves. Su cuerpo se está volviendo más flexible debido a los cambios hormonales y es genial para el bebé que su sangre fluya!
Encuentra ejercicios que se adapten a ti, desde yoga hasta caminar, hay muchas actividades aprobadas en las que puedes participar para mantenerte activa. Busca clases locales o encuentra un compañero para hacerlas contigo.